1. Respiración
El primero de los cuatro fundamentos del mindfulness es el ‘mindfulness del cuerpo’, y dentro de él el primer elemento es la respiración. El motivo es porque la respiración es la acción física que más repetimos y la mente siempre puede retornar a ella como objeto focal al acompañarnos continuamente. La respiración es también nuestra fuerza vital ya que ningún órgano del cuerpo puede funcionar sin el suministro que obtenemos de cada ciclo de respiración (inhalación y exhalación).
Además la respiración no es excluyente. Los seres vivos difieren en apariencia y comportamiento, pero todos ellos respiran. La respiración no distingue entre razas, culturas, clases socialesni religiones. Cuando nos centramos en la respiración, tomamos conciencia de la naturaleza universal de todos los seres.
Cuerpo-Respiración
Cuando Inhalamos y exhalamos con atención plena, experimentamos las sensaciones producidas por cada respiración. Las sensaciones cambian a medida que cambia la respiración. Observamos los cambios en la respiración y las variaciones de las sensaciones: superficial/profunda.
Observamos otro patrón de sensaciones sutiles (ansiedad/alivio, presión/liberación). Este patrón nos enseña a no sentirnos decepcionados ni apegados dependiendo de cuales sean las sensaciones).
Prestar atención a cómo nos sentimos en el principio, medio y final de cada inhalación y cada exhalación. Esta conciencia de la totalidad del ciclo respiratorio se denomina Mindfulness del cuerpo de la respiración.
Respiración y agregados
Gracias a la atención podemos adquirir conocimiento de todos los fenómenos. Entre estos, podemos adquirir un conocimiento directo de los 5 agregados, que constituyen los componentes tradicionales del cuerpo y la mente. Estos son brevemente los cinco agregados según se aplican en la respiración.
- Agregado de la forma: cuerpo de la respiración y todos los demás objetos materiales, incluido el cuerpo físico (Nariz, pulmones, abdomen).
- Agregado de las sensaciones: sensaciones producidas por la respiración y las emociones que experimentamos como resultado.
- Agregado de la percepción: somos capaces de utilizar la respiración como objeto de meditación solo porque nuestra mente la percibe.
- Agregado del pensamiento: contiene todo el resto de las acciones mentales, incluyendo ideas, opiniones y decisiones.
- Agregado de la conciencia: aporta el fundamento de toda experiencia mental. Nos damos cuenta de los cambios en los otros cuatro agregados debido al agregado de la conciencia. Pero la conciencia también cambia a medida que cambia la forma de la respiración, así como nuestras sensaciones, percepciones y pensamientos.
2. Las cuatro posturas
Otro modo en el que podemos desarrollar y profundizar una conciencia plena es prestando atención completa a las posturas y movimientos corporales:
- Sentado: el cuerpo pertenece al agregado de la forma. Las sensaciones que surgen debido al contacto con el asiento se encuadran en el agregado de la sensación. A causa del agregado de la percepción, nuestra mente registra los cambios que ocurren. Los pensamientos que aparecen en relación con nuestra sesión, cuerpo, contactos, sentimientos y percepciones, así como la atención a lo que sucede, proceden del agregado del pensamiento. Somos conscientes de todos estos fenómenos debido al agregado de la conciencia.
- De pie: atención a la sensación de la postura y al contacto de los pies en el suelo. Advertimos cómo cambia se transforma la percepción de estas sensaciones y como surgen pensamientos.
- Caminar: darnos cuenta de que caminar es una secuencia compuesta de varias acciones. Propósito de entrenar la mente a través de la actividad física del caminar.
- Acostado: tomar conciencia de que estás acostado.
El concepto clave del mindfulness en las cuatro posturas, es que utilizamos la atención para fortalecer la consciencia de que los cinco agregados son transitorios, insatisfactorios y carentes de yo. La percepción de estos factores nos recuerda que ‘Esto no es mío, esto no soy yo, no soy yo mismo’.
3. Partes & Elementos
Normalmente nos sentimos orgullosos de aquellas partes de nuestro cuerpo que nos resultan atractivas y disgustados con las que nos parecen viejas o poco atractivas. Los juicios de este tipo nos llevan a apegarnos a las partes que nos agradan y a rechazar las que no nos gustan.
La meditación sobre las partes del cuerpo abre la mente a aceptar nuestro cuerpo tal y como es ahora mismo, más allá de nuestras reacciones emocionales habituales. Nos ayuda a vencer el orgullo y el rechazo hacia nosotros mismos y a contemplar nuestro cuerpo con la mente equilibrada de la ecuanimidad.
Meditar en las partes del cuerpo nos ayuda a cuidar de nosotros mismos cuando las cosas van mal. Es posible acelerar la curación enfocando nuestra mente en la zona enferma para enviarle sustancias químicas corporales beneficiosas.
Mindfulness de las 32 partes:
20 partes pertenecientes al elemento tierra del cuerpo:
- Cabello, vello corporal, uñas, dientes, piel.
- Carne, tendones, huesos, médula ósea, riñones.
- Corazón, hígado, diafragma, bazo, pulmones.
- Intestino grueso, intestino delgado, contenido del estómago, heces, cerebro.
12 partes pertenecientes al elemento agua del cuerpo:
- Bilis, flema, pus, sangre, sudor, grasa.
- Lágrimas, linfa, saliva, mucosidad, líquido sinovial, orina.
Mindfulness de los elementos del cuerpo:
Los elementos del cuerpo no son simplemente bloques de construcción, como las partículas estudiadas por los físicos. Cuando los agregados del cuerpo se adhieren a los elementos, el cuerpo existe como un ser vivo que respira. Estos son los cuatro elementos:
- Tierra: el elemento tierra ocupa el espacio. Es duro o blando. Puede expandirse y contraerse. Es visible, tangible y perceptible. Tiene forma, tamaño y color. Eso es todo lo que podemos conocer del elemento tierra. Aunque podamos ver un cuerpo, no podemos percibir el elemento tierra de manera independiente dentro de ese cuerpo.
Cuando meditamos de manera consciente en el elemento tierra en relación con una de las partes del cuerpo, sentimos la dureza o la suavidad, la expansión o la contracción. Esta sensación puede ser placentera, desagradable o neutra. Mientras prestamos atención a una determinada sensación, esta se desvanece y surge otra sensación. Este proceso se repite constantemente y si no nos identificamos con ninguna de ellas , estas sensaciones desaparecen, dejando una simple consciencia. Eso da lugar a que nos sintamos tranquilos y en paz, sin reaccionar emocionalmente y descansando en la ecuanimidad.
- Agua: el elemento agua es líquido y blando. Fluye en dirección descendente. El agua se caracteriza por la cohesión.
Cuando meditamos de manera consciente en el elemento agua, sentimos la humedad que penetra en el elemento tierra. Esta sensación puede ser placentera, desagradable o neutra. Si no nos identificamos con ninguna de ellas, estas sensaciones desaparecen, dejando una simple consciencia. Eso da lugar a un estado tranquilo y pacífico de ecuanimidad sin reacciones emocionales.
- Fuego: Aunque ninguna de las 32 partes del cuerpo pertenece al elemento fuego, el cuerpo necesita la proporción correcta de calor para mantener una buena salud. El calor digiere los alimentos , mantiene la temperatura corporal y hace que el cuerpo crezca. Experimentamos el elemento calor cuando sentimos calidez, radiación o una sensación ardiente en alguna parte del cuerpo.
Cuando meditamos de manera consciente en el elemento calor, sentimos el contacto del calor moderado, el exceso de calor, o ninguno de ambos. Esta sensación puede ser placentera, desagradable o neutra. Si no nos identificamos con ninguna de ellas, estas sensaciones desaparecen, dejando tras de sí tan solo consciencia, paz y ecuanimidad.
- Aire: la función del elemento aire del cuerpo es la oscilación y el movimiento. El aire ocupa todos los espacios que hay en el cuerpo. Se mueve, al respirar, dentro y fuera de las fosas nasales; se desplaza en el interior de los pulmones, estómago e intestinos; hace circular la sangre y otras sustancias; y sale del cuerpo cuando eructamos o expulsamos gases.
Cuando meditamos de manera consciente en el elemento aire sentimos el contacto del aire suave, el exceso de aire, o ninguno de ambos. Esta sensación puede ser placentera, desagradable o neutra. Si no nos identificamos con ninguna de ellas, estas sensaciones desaparecen, dejando solo consciencia, paz y ecuanimidad.
Muchas gracias por leerme y un abrazo grande y afectuoso,
Ismael